Los pancakes son uno de mis
desayunos favoritos para los sábados o domingos. He visto que los sirven
acompañados de huevos y tocineta, pero en lo personal, los prefiero solitos.
¡Que se roben el “show”!
Esta receta la hago a ojo,
sin medidas, pero en el intento de compartirla las proporciones de los
ingredientes serían las siguientes:
Ingredientes:
Taza y media de harina
4 cucharadas de copos de
avena
4 cucharaditas de azúcar
granulada
1 pizca de canela en polvo
1 cucharadita de extracto de
vainilla
1 huevo
*Pedacitos de queso de papa,
queso de bola o Edam –puede sustituir el queso por combinación de frutas deshidratadas
o pasas.
1 curadita de polvo de
hornear –Baking Powder-
Leche entera– La cantidad dependerá de cómo desee la consistencia de la mezcla. Vaya agregándola y
mezclando para que tenga control de la consistencia de la mezcla, debe quedar
suave, cremosa y sin grumos pero de ninguna manera puede quedar líquida, por
eso recomiendo ir agregando la leche muy despacio y moviendo.
Procedimiento:
Combine todos los ingredientes en una cacerola profunda, vaya agregando la leche de a poco y mezclando para que tenga control de la consistencia de la mezcla, debe quedar suave, cremosa y sin grumos pero de ninguna manera puede quedar líquida, por eso recomiendo ir agregando la leche muy despacio y moviendo.
Unte con mantequilla un sartén de teflón –no sustituya la
mantequilla por margarina, son sabores muy diferentes- y cuando la mantequilla
se haya derretido, sin llegar a cambiar de color, ayúdese con un cucharon
sopero para llevar la mezcla porcionada al sartén.
Con el calor, los pancakes
definirán sus bordes, no se preocupe por pancakes perfectamente redondos, así
vienen los industrializados, los suyos son caseros, lo que deben es saber ricos
y quedar esponjosos, es lo único importante.
Cuando veamos que los bordes
se han tostado un poco, usaremos una espátula para voltearlos, deben quedar
doraditos, no quemados y es necesario estar bien pendientes por que la
mantequilla es una grasa que tiende a quemarse pronto, pero si estamos
pendientes obtendremos pancakes con ese sabor divino y si es un día a la
semana, ¿Por qué no?
Sirva con sirope, miel o
mermelada, como guste y disfrútelos con una buena taza de café, té, cacao,
alguna fruta fresca o jugo natural. ¡Tremendo desayuno! Sahha!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario