sábado, 17 de mayo de 2014

Burtuqal

Viviendo aquí en Libia he tomado el hábito de comenzar mis días con un tecito verde y si hay cítricos disponibles mucho mejor, pues utilizo la cascara (piel o corteza) para que el zumo de ella y su sabor concentrado enriquezca la bebida. El cítrico de hoy ha sido la china. Sí, he dicho “china”, que es el nombre que se utiliza en Puerto Rico y algunos países para la fruta que en otros llaman naranja (en inglés “orange”), porque sucede que en Puerto Rico “naranja” es otro cítrico que puede ser de sabor dulce o amargo y que a mí siempre me ha parecido la fruta de transición entre la “china” y la “toronja”. Sobre la cultura del té existente aquí en Libia y las maravillosas propiedades de esta bebida hablaré en otra publicación. ¡Promesa! Pero hoy la estrella del espectáculo es la jugosa, refrescante y saludable “china”.


Me confieso amante de los cítricos tan abundantes en mi región de origen, el Caribe. Y aunque el jugo de limón es uno de mis favoritos y también adoro el de naranja y toronja, en casa nunca faltaron las “chinas” porque es una de las frutas predilectas de mi madre, junto con la piña (ananá). Recuerdo que en ocasión de visitar a sus compadres en el pueblo de Ciales, regresábamos con sacos de chinas tan dulces como el melao'. Nada más refrescante que el jugo de la china recién exprimida, así sin azúcar añadida. ¿O no?
 
 


Hoy he decidido tocar el tema de esta popular fruta porque aquí en Libia se consume bastante y me ha parecido muy curioso su nombre en idioma árabe. Hace poco en una visita a una de mis cuñadas me convidaron una “china” y escuché que en árabe le llamaron “burtuqal” [برتقال ] que me sonó muy similar a Portugal, el país ibérico. Como mi comprensión del árabe es muy limitada pregunté si las “chinas” las traían desde Portugal, a lo que se me contestó que no sabían de dónde habían traído la “china” que me estaba comiendo (reímos) pero que ciertamente habían sido los portugueses los pioneros en mercadear la fruta por estos lares y que por eso con el tiempo la fruta pasó a llamarse “Portugal” en idioma árabe (por lo menos así se le conoce aquí en Libia). Como en árabe no existe la letra “p” cuando se utilizan palabras de idiomas extranjeros que la incluyen, se sustituye por la letra “b”, de ahí surge entonces el nombre “burtuqal” para tan sabrosa fruta. ¡Curioso! ¿Verdad? Pero este asunto con el nombre de la fruta es muy similar al caso de su nombre en Puerto Rico. Ya sabemos que se le conoce como “china” en total alusión a su país de origen China, el país asiático, de donde los portugueses las exportaban para su posterior distribución y venta. Incluso he leído que en Alemania le llaman “apfelsine” que significa “manzana china”. ¡Tremendo!
 

Sobre la china:

Además de ser una fruta sabrosa, jugosa y refrescante, la china posee atributos terapéuticos y medicinales que benefician nuestro organismo. Su consumo frecuente aporta minerales y vitaminas fundamentales a nuestro bienestar pues previenen enfermedades y optimizan nuestra salud. Su ayuda principal y más efectiva es la de depurar el organismo rápidamente, elimina toxinas, reduce el ácido úrico y fluidifica el torrente sanguíneo.

Contiene fosforo y calcio, este último previene la osteoporosis, mientras que su alto contenido en fósforo la hace recomendable para personas que sufren problemas de estrés, intoxicaciones, agotamiento, insomnio, neurosis o enfermedades relacionadas con el sistema nervioso.

La china también es recomendada para quienes padecen diabetes, esclerosis, anemia, raquitismo y tuberculosis. El hierro también estimula la producción de hemoglobina en la sangre y por su importante contenido en magnesio se recomienda la china en casos de estreñimiento, pues estimula el movimiento peristáltico del intestino. Además posee altos porcentajes en potasa atributo que la hace alimento indispensable para pacientes de hipertensión arterial, lo mismo sucede con los porcientos de magnesio, sosa y varias vitaminas, en especial la vitamina C.
 




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